martes, 27 de agosto de 2013
Alfonso VIII. Rey de Castilla El reinado de Alfonso VIII de Castilla resulta de gran interés para la historia de la península en la Edad Media. Se enmarca en lo que se ha venido llamando la España de los Cinco Reinos, en la que, desaparecida la tendencia unitaria esbozada por Alfonso VI, Castilla y León se encuentran de nuevo separadas políticamente, y periódicamente enfrentadas, dando lugar a un periodo marcado por el continuo juego de alianzas entre ambos reinos y el resto de los territorios peninsulares: Aragón, Navarra y Portugal; sin desdeñar tampoco cualquier otro tipo de alianzas, incluidos los almohades. Sin embargo, su importancia va más allá de los sucesos acaecidos durante el reinado, ya que en él se pondrán los pilares para dos hechos fundamentales para la historia de los siglos posteriores: La conversión del Reino de Castilla en el centro de poder político más importante de la parte occidental de la Península La decadencia definitiva del poder musulmán La importancia política de Castilla en detrimento de León era una tendencia que ya se apuntaba y que durante el reinado de Alfonso VIII queda clara, para consolidarse con el acceso al trono de Fernando III y la unión definitiva de ambos reinos. Por su parte, la victoria de Las Navas de Tolosa (1212) no sólo acabará con el poder de los almohades, sino que abrirá las puertas de Andalucía a sus herederos, que con sus conquistas limitarán la existencia de lo que fuera Al-Andalus al Reino de Granada hasta su desaparición en 1492.
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